lunes, 18 de mayo de 2009

Cortázar inédito

Ay Julio, ¿qué fue del fuego? Eso me pregunto hoy, pocos días antes de que las librerías se llenen de nuevo de carteles promocionales con tu rostro y de ejemplares de lo que han titulado tus papeles inesperados. Ese material tuyo que no quisiste publicar nunca, que deliberadamente enterraste y, ahora que estas tú enterrado, va a ver la luz sin tu voluntad ni orden. Me viene a la memoria tu imagen Julio, tu imagen en televisión explicando como pedías insistentemente a tu madre que te devolviera aquella pequeña novela, la que escribiste cuando sólo eras un niño y de la que ella pensó en un primer momento que tú no habías podido escribir, que debías haber copiado de algún libro. Se la pedías para hacerla desaparecer, para hacerla pasto de las llamas, aquella cursi novela según tus propias palabras que siempre quisiste quemar y que tu madre celosamente escondía. ¿Qué más debimos quemar Julio, cuando aún quedaba tiempo?, ¿qué fue del fuego que hacía justicia?